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9 nov 2020

¿ Existe el tiempo? ¿Qué pasa si no existiese la luna? ¿Qué es el tiempo? En este ensayo te lo explicamos con dibujitos y plastilina.

 

Ensayo

El tiempo no da saltitos inútiles como peces en la red

Autor:

Roberto Carlos Gómez Sánchez 

Capítulo 6. La rotación terrestre desacelera mas no el tiempo 

     Hasta el momento hemos abordado tibiamente la desaceleración terrestre ante el alejamiento de la luna causada por las mareas, este hecho da para más detalles, y por lo tanto, para más confusiones del tiempo. Siendo así, es importante retomar el tema.

     Expresamos que es un hecho que en un futuro la rotación de la Tierra será más lenta, esto por el asunto del roce de las mareas de la Luna y la Tierra, este fenómeno hace que la luna se aleje de la órbita terrestre unos cuatro centímetros al año. En consecuencia la Tierra se desestabilizaría y tardaría mucho más en completar una órbita sobre sí misma. Entre más se alejase la luna, la Tierra se desestabilizará en su eje, tanto así, que tal vez quedaría «patas arriba» y girando al revés, igual que Venus, de quien se rumora que perdió una luna, pero ese es otro tema para otro ensayo. En todo caso, en lo que nos interesa: los días llegaran a ser largos. Tal vez será la duración del día, 30 horas, incluso, la rotación podría tardar días, como sucede con Mercurio o Venus, planetas sin lunas. 

     Si en el futuro la Tierra por efecto de la mareas desacelera su rotación, digamos a 50 horas, los habitantes de esa futura época necesariamente tendrían que ajustar el reloj a un ciclo de 50 horas. Esto quiere decir que el nuevo reloj de esa generación futura tendría 50 palitos: 25 el día solar y 25 la noche. Los futuros habitantes, desde luego, mucho más inteligentes que la nuestra, no entrarán en un mundo surrealista ni saldrían como locos a ajustar su promedio de vida, su ritmo de vida, sus recuerdos y toda una evolución a la marcha de un nuevo reloj de 50 horas al día; sino por el contrario, es el reloj el que se tendría que ajustar a las nuevas condiciones que impone el nuevo movimiento terrestres. A lo mejor los girasoles ya no moverán sus «cabezas» fijamente al sol en 12 horas, sino lo harán durante 25 horas. Es decir: el binomio reloj-tiempo no puede manipular la trasformación de la materia, ni intervenir en los cambios biológicos ni en los acontecimientos de la vida para luego ajustarlos a 50 horas.

     La futura civilización, por supuesto, tendrán que ajustar algunos aspectos de su cotidianidad, pues tendrán el sol desfilar durante 25 horas y las estrellas por la misma cantidad. No sabemos cómo reaccionarán sus respectivos mecanismos de defensa para soportar 25 horas de sol y 25 horas de noche fría. Colocando algo de humor a este tema, la conservación natural los proveerá, esa generación serán, algo así, como las cebras pintadas de blanco y negro: el negro para soportar los rayos del sol, y blanco por la ausencia de este. De este modo desaparecería el racismo.

     Al durar un ciclo terrestre 50 horas, no quiere decir que las nuevas generaciones van a envejecer más lento que a la de esta, de nuestro ciclo actual de 24 horas. La Tierra se hizo lenta, mas no la evolución, la futura generación seguirá teniendo el mismo promedio de vida que la nuestra. Su estilo de vida no sufrirá cambios relevantes, ellos no van a dormir 25 horas diarias, solo porque el día dura 50 horas. Seguirán durmiendo las 8 horas normales de nuestra generación, pero ante las nuevas condiciones, pues en una parte del ciclo descansarán bajo la noche y otra parte bajo un sol inclemente.

     Las actividades y horas de descansos no son producto del azar, tampoco producto de la duración del día solar y la duración de la noche, toda actividad que realizamos la impuso nuestra supervivencia. Ciertamente que lo es, la supremacía del hombre se impuso sobre los demás seres, y entre más fuerte sea una especie puede dormir más tiempo y más tranquilo. Por ejemplo, el león y el tigre duermen casi 15 horas al día, pues quién se atreve a molestarlos o quién se atreve a molestar a un oso en hibernación; mientras que los animales de la parte baja de la cadena alimenticia, duermen menos, dados que permanecen siempre en alerta para que no sean devorados. A la vez, por el frío y la oscuridad nosotros los humanos escogimos la noche para dormir, visto que todo trabajo o labor se puede observar con mayor claridad en el día solar.  

     Expliquemos la posible distribución de las horas y del ritmo de vida para la futura generación, es decir, cómo sería su vida diaria con la imposición de un nuevo ciclo de rotación de 50 horas. En este ejemplo, ante 50 horas de rotación terrestre, en el día solar de 25 horas una parte estaríamos  durmiendo, y la otra, despiertos; y la duración de la noche de 25 horas, también una parte estaría realizando cualquier actividad y la otra durmiendo.  

    Aquí partimos de la misma base del ritmo de vida nuestro: día de 24 horas. Pues ese ritmo no cambia, regularmente es de 8 horas de descanso o de dormir, y 16 horas de actividades o de estar despiertos. Pero resulta, según el ejemplo, que para los futuros habitantes el día ya no durará 24 horas, sino 50; y este se ha dividido en 25 horas (día solar) y 25 («día nocturno»). La cantidad de horas de nuestra generación (24) es casi la misma a la cantidad del mediodía de la futura generación (25) y casi la misma cantidad de su «día nocturno». Siendo así, las 8 horas para dormir y las 16 horas de actividades de nuestra generación (las cuales serán las mismas para las futuras generaciones), necesariamente ellos las tendrían que distribuir en un día soleado o en una noche fría. Esto quiere decir que en un día solar de 25 horas van a dormir las 8 horas bajo el sol, después se levantarán y harán sus actividades de 16 o 17 horas bajo el mismo sol. Luego se invierte la cotidianidad, en el «día nocturno» de 25 horas se van a la cama nuevamente, bajo luna y las estrellas, duermen sus 8 horas bajo el cielo nocturno, después se levantaran y realizarán sus actividades de 16 o 17 horas, bajo el mismo cielo de luna y estrellas.

     Desde luego, para mayor rendimiento, la futura generación del ejemplo distribuirán los horarios como se hace en la actualidad, esto para aprovechar la energía del sol. La distribución de horarios, además de complicado para explicarlo y entenderlo es irrelevante dentro de este ensayo.

    De todos modos hagamos el ejercicio. Supongamos que ellos comenzaran sus labores, como de costumbre, a las 6:00 am, con un sol recién erguido en el horizonte, y finalizaran las 8 horas a las 2:00 am. Indicamos «am» porque todavía es antes meridiano, ya que faltan 17 horas para que culmine el día solar. La complicación se presenta porque ellos tendrían que distribuir esas 17 horas de sol en 9, con el fin de continuar su vida social (pasear, ver tv, jugar, etc.) y 8 para dormir, aquí dormirán con el sol sobre su techo. Así se completaría la hora 25, la primera mitad del día, día de sol. Iniciarán el «día nocturno» de 25 horas, o la segunda mitad del día de 50 horas, esta vez con la luna en su techo. Inician las labores a las 12: 01 pm con la noche encima, finalizarían a las 8:00 pm de la «tarde» oscura,  una «tarde» de luna y llena de estrellas. Faltan 17 horas para que finalice el día de 50 horas, dentro de esas 17 horas tomarán nuevamente 9 para la vida social y 8 para dormir, pero esta vez sí dormirían con la luna y las estrellas en su cielo hasta la hora 50 o final del día. Al hacerlo, de nuevo los futuros habitantes iniciarían labores a las 12:01 am con el sol naciente, y así sucesivamente cumplirían con las nuevas condiciones impuestas por la rotación del planeta.    

     Con un día solar de 25 horas todo ser vivo ya tendría su organismo adaptado a las nuevas condiciones de vida. Esto en cuanto al nuevo ambiente, al nuevo clima, a todo lo externo. Sus aspectos físicos y ritmos biológicos tendrían que cambiar en algo, pues verán el sol cruzar por el cielo durante 25 horas, y la luna y estrellas por esa misma cantidad de horas. Pero ese cambio se daría en miles de años, y, tal vez, las futuras personas ya estarían adaptadas a dicho cambio. En lo básico, sus vidas seguirían con un ritmo de las 24 horas nuestras, vivirán el mismo promedio de vida biológico actual, el cual no se puede modificar y colocar en una cajita de 50 horas al día. Tal vez, como ejemplo, el heliotropismo de los girasoles se extendería más, pero a la vez, reposaría más su cabeza en la noche fría.

Te invito a continuar con Espejismos y fantasmas cósmicos que «perturban» el tiempo. CLICK 

¿ Existe el tiempo? ¿Qué pasa si la tierra gira al revés? ¡Se puede viajar en el tiempo? En este ensayo te lo explicamos con dibujitos y plastilina.

Ensayo

El tiempo no da saltitos inútiles como peces en la red

Autor:

Roberto Carlos Gómez Sánchez 

Capítulo 5. Manipulación del tiempo

     Sabiendo que la rotación y traslación terrestres son los factores determinantes del tiempo, bueno realizar algunos experimentos mentales, muy extremos por cierto, esto para reforzar lo expuesto hasta el momento en este ensayo. Los experimentos están basados en la manipulación de estos dos movimientos terrestres, el objetivo es saber los efectos causados a todos los seres que habitamos sobre la Tierra si ocurriese de repente un cambio en sus giros espaciales, efectos relacionados con el enigmático tiempo.

     Ya explicamos lo que sucedería si la Tierra girase al revés, expresamos que simplemente el sol saldría por el oeste y se ocultaría por el este, que la transformación de la materia y todo evento social continúan su ritmo normal, y que el reloj no giraría al revés y no volveríamos al pasado.

     Pasemos entonces a otro experimento mental, por ejemplo, ¿Qué tal si el eje de rotación de la Tierra se detiene por unos 15 minutos o una hora, producto de un choque con un gran asteroide? Digamos que este objeto hizo tambalear a la Tierra y la dejó inmóvil por ese fragmento de ciclo y, luego, el planeta siguió su ciclo normal. En este caso, el reloj al igual que cualquier máquina giratoria seguirá girando normalmente como lo venía haciendo, de ningún modo se paraliza, pues las manecillas o la arena del reloj no esperarían «sentados» a que la Tierra solucione su problema con el gran asteroide para luego seguir caminando. Pues el reloj como un simple instrumento que es no posee consciencia para saber que un ciclo terrestre se ha detenido, no tiene cerebro para saber que sucede y luego decidir. Por todo ello, el reloj seguirá caminando sin ninguna perturbación hasta que se le agote la vida útil o lo manipule el hombre. Por otro lado, a ningún ser vivo se le ha quitado o añadido 15 minutos a su vida, nada ni nadie quedó inmóvil en esos minutos. Se detuvo el ciclo de rotación y de traslación del planeta, pero no el ciclo o funciones biológicas de cada individuo, ningún ser vivo dejó de crecer en esa fracción de minutos. Tampoco se paralizó el proceso de oxidación sobre cualquier objeto de la Tierra. Si en esos minutos alguien comía una rebanada de pizza, de seguro que la disfrutó sin ningún problema en ese  «ciclo inmóvil», no desapareció de sus manos, pues no saltaron los minutos como por arte de magia; no obstante, de seguro no tuvo buena digestión por el susto provocado por el asteroide.

     Ahora veamos otro experimento mental de este tipo de manipulación terrestre: ¿Qué tal si la Tierra dejara de girar totalmente? Es decir, que pasaría si se inmovilizaran sus movimientos en el espacio, tanto su rotación y traslación. En este experimento nada ni nadie quedó inmóvil, simplemente una parte de la población vería solo el sol, desde su perspectiva lo vería estático, del mismo tamaño y sin desfilar por nuestro cielo (si tienen suerte un sol mañanero), el cielo de un solo color. Y la otra parte de la población vería las mismas estrellas estacionadas, y la luna también estática, en cualquier fase (si tienen suerte en un abrazador plenilunio). Dicho de otra manera: en una parte será un día eterno y en la otra una noche eterna.

     Obvio que en este ejemplo parte de los seres vivos tienen que adaptarse al frío, pues no verán el sol; y la otra parte tienen que adaptarse al calor, pues verán el sol todo el día y toda la «noche». Solo tendríamos dos estaciones en cada zona: invierno o nieve en el lado oscuro, y fuerte verano en el lado caliente. No tendríamos solsticio, a lo mejor un eterno equinoccio. Cambian los cuatro paisajes o estaciones actuales a dos paisajes: uno frío y otro caluroso.  

      Al igual, en este experimento, las manecillas del reloj seguirán dando vueltas normalmente, aunque dejen de medir los ciclos de la Tierra. Aquí el reloj sería un instrumento inútil, o un simple juguete o aparato decorativo sin ninguna función. Pero los demás objetos con dispositivos circulares seguirían teniendo sus funciones específicas, como el ventilador, por ejemplo, seguiría refrescando el ambiente con o sin ciclos terrestres (sobre todo en esa zona de eterno sol); igualmente las ruedas de los vehículos seguirían rodando mientras lo decida la palanca del freno, y no por el freno de la rotación o traslación del planeta. En este experimento mental se frenaron los movimientos de la Tierra, y para que el reloj tomase de nuevo sus funciones, la solución sería tomar el ciclo de otro planeta como referencia, y ajustar el nuevo reloj a un horario interplanetario para que así sigamos registrando nuestros acontecimientos en el álbum de la historia.

     Sin movimientos terrestres todo el detrimento y transformación de la materia continuaría su curso normal, se nos seguirá agrietando la piel y saliendo hojas blancas a nuestros cabellos; pero no cumpliríamos años ni celebrariamos años nuevos, ya que no existen los ciclos referenciales de nuestro planeta, esos que nos hacen celebrar cada evento y hace que el  tiempo parezca real.

     Ante esta situación tendríamos que inventarnos algún método de medición del tiempo que se ajuste a un nuevo reloj, pues tenemos que saber cuándo es la próxima cosecha de tomates y papas, cuando es nuestro cumpleaños, navidad o año nuevo, y todos los acontecimientos que registramos en la historia y que nos hacen creer que el tiempo ha dado pasos a la eternidad.

     Como indicamos, para saber nuestra edad y registrar cualquier evento en el álbum de nuestra historia tendríamos que echar mano del ciclo de otro planeta y adaptarlo a nuestro reloj. Si tomamos como patrón el ciclo de traslación de Júpiter, como ejemplo, cumpliríamos un año cada 11 ciclos o «años», dado que este gigantes dura 11 años terrestres en dar la vuelta al sol; y si tomamos el de Saturno cumpliríamos un año cada 23 ciclos; con el ciclo de Plutón nuestro promedio de vida no nos alcanzaría para cumplir un añito, pues ese planeta dura 248 ciclos o años terrestres en dar una vuelta al sol; caso contrario si tomamos el giro de Mercurio, aquí cumpliríamos un año cada 88 días, porque eso es lo que dura ese pequeño planeta en completar una vuelta al sol. Y si tomamos el ciclo de traslación de nuestro vecino más cercano, como lo es la luna, festejaríamos el año nuevo cada 28 días, y por desventura para nuestro bolsillo tendríamos que dar un regalo cada 28 días a quien cumpliere años.

     Es muy claro, si la Tierra paraliza sus movimientos espaciales envejeceríamos de todos modos, como si esta no se hubiese paralizado, y envejeceríamos en simultánea con cualquier ciclo de cualquier planeta. El promedio de vida de cualquier ser humano continuará siendo el mismo, sin importar la cantidad de vueltas y la distancia que estemos al planeta que escojamos como referencia. Tomando como referencia el recorrido de cualquier vecino del sistema solar, en un planeta cumpliríamos menos años y en el otro cumpliríamos más años, esto por la distancia en que se encuentren estos planetas al sol. Sin importar qué «reloj interplanetario» escojamos continuará bajo su normalidad el proceso progresivo del individuo y de los elementos que conforman la naturaleza, y todo evento social. En Plutón seriamos un anciano masticando el agua, con barba blanca y nietos, sin haber cumplido un añito de vida.  

     A propósito, antes de continuar con el siguiente experimento mental, te has preguntado alguna vez: ¿Si no sabes la fecha en que naciste, qué edad crees que tendrías? 

     Continuemos, ¿Qué pasaría si aceleramos la rotación y traslación de la Tierra? Si bien hemos detallado un poquito sobre este caso en párrafos anteriores, tenemos que complementar que en este caso atesoraríamos más ciclos, pero no nos saldría ni una cana extra. Esto quiere decir, que corporalmente ningún ser vivo aceleraría su crecimiento, tendríamos el mismo proceso evolutivo que tenemos, ese mismo proceso lento; al igual, los objetos también se oxidarían en el mismo ritmo con que lo hacen actualmente, ya que en el proceso de oxidación es importante la participación del oxígeno, y en todos los ejemplos expuestos nuestra atmósfera permanece inalterable. Desde luego, tampoco nos transportaríamos al futuro prontamente, no pasaríamos a la era de los robots y carros voladores como sucede en las películas de cine y tv. Es absurdo que toda la humanidad pasase a otra futura humanidad simplemente por el cambio de velocidad del giro terrestre. No obstante, festejaríamos nuestro cumpleaños, el día de las madres y el año nuevo más prontamente. Pues se añadieron más ciclos o años a la masa giratoria, pero no al proceso progresivo de cada ser. 

     Es necesario repetir en cada ejemplo que abarquemos, que las manecillas de los relojes, las elipses de los ventiladores y todo lo que gire constantemente marcharían a sus ritmos normales, a la misma velocidad de siempre, pues sería  absurdo que se aceleren solo porque la rotación y traslación de la Tierra se les dio por aumentar su velocidad. Es como si una persona o un árbol crecieran más de prisa si el sistema internacional de medidas decide que a un metro se le añadieran más centímetros, por ejemplo, sea igual a 200 centímetros. El metro o cinta métrica, al igual que el reloj, es una herramienta de medición, no tiene poderes sobrenaturales para hacer crecer un árbol. Pues bien, ni los movimientos terrestres ni el reloj tienen esos poderes para envejecer o rejuvenecer un individuo, o para transportar toda la humanidad al futuro o devolverla al pasado.

     Al acelerar los movimientos de la Tierra, todo seguiría igual en nuestras vidas, solo que veríamos el sol salir y esconderse con mayor prontitud, desfilar a las estrellas y la luna más de prisa; los perihelios y afelios acontecerían más seguidos, tal vez, dos o más solsticios y equinoccios por año, ¡Dos primaveras al año sería fabuloso! Esto debido a que estos fenómenos atmosféricos son producto de la inclinación de 23° de la Tierra en el espacio, y este suceso hace que los rayos del sol no caigan con la misma intensidad en un lugar durante el año. A saber: al acelerarse la traslación del planeta, obvio, habrá más ciclos, y al haber más ciclos habrá más perihelios, y más perihelios más fenómenos atmosféricos, por tanto, más  primaveras y otras estaciones. Toda esta situación nos engaña, pensaremos que el tiempo transcurre más de prisa al ver pasar la primavera y el invierno más seguido que antes, también al ver también amaneceres y atardeceres más seguidos, y años nuevos más seguidos. Se nos olvida que son fenómenos naturales que ocurren en la superficie de nuestra roca, independiente a sus recorridos espaciales.

     Otro peculiar experimento: ¿Qué pasaría si solamente se paraliza el ciclo de rotación y el de traslación sigue su curso normal? En este fenómeno no tendríamos amaneceres ni atardeceres con sus colores rosados o anaranjados; pero sí festejaríamos navidades, años nuevos, nuestros cumpleaños, las estaciones del año, y todo suceso que tenga que ver con las vueltas de la Tierra alrededor del sol. Contemplaríamos un solo paisaje en cada zona de la Tierra, la mitad de la población vería solo el sol, estático desde nuestra perspectiva. Pero veríamos que este aumentaría de tamaño durante su recorrido anual y, del mismo modo, reduciría su tamaño, ya que el planeta continúa su trayectoria elíptica alrededor del sol. Y la otra mitad de la población vería las estrellas estáticas y desfilar la luna durante quince «días» sin retraso alguno, pues esta también seguiría girando alrededor de la Tierra.

     Contrario al ejemplo anterior: ¿Qué tal si nuestro planeta paralizara solo su ciclo de traslación y el de rotación continúa su trayectoria normal? En este caso veríamos desfilar al sol, amanecer y ocasos, las estrellas y la luna; pero no cumpliríamos años, ni festejaríamos año nuevo, y todas las festividades anuales. Tal vez tendríamos dos estaciones perennes, esto porque la traslación es el determinante de las estaciones. Pero al igual que todos los ejemplos anteriores, nuestro ciclo biológico y deterioro de la materia marcharían con o sin traslación.

     Dejé para lo último el experimento más extremo de todos los anteriores: ¿Qué pasaría si la Tierra un día rota en un sentido determinado y el otro día en sentido contrario? Aunque es el caso más exagerado de estos experimentos mentales, lo expongo para contrarrestar los falsos viajes del tiempo, y tal vez volver loco a sus promotores científicos, en vista que ellos nos están volviendo locos a nosotros. En este caso simplemente veríamos el sol nacer por el este y ocultarse por el oeste, luego se «devuelve» y nace por el oeste y se oculta por el este, y así sucesivamente. Semejante en algo a los dos amaneceres del planeta Mercurio en un mismo día. Pero lo cierto es que no retornaríamos al pasado un día y al futuro el otro día, nadie envejecería un día y rejuvenecería el otro día, los objetos no se oxidarían un día y el otro día serían otra vez nuevos ni las manecillas girarían un día en un sentido y el otro día en sentido contrario, tampoco los granos de un reloj de arena agotan un día su recipiente y al otro lo vuelven a llenar, ni las elipses de los ventiladores, ni cualquier aparato giratorio, ruedan un día para un sentido determinado y al otro día cambian en sentido contrario.  

     Si bien, estos experimentos expuestos nunca acontecerán, porque las leyes gravitacionales así lo impiden, el objetivo era mostrar las consecuencias que traerían para el tiempo cualquier manipulación o cambio repentino de los movimientos terrestres. Si esta gran roca paraliza, acelera o ralentiza sus movimientos el proceso natural de cada ser vivo e inerte no se detiene, tampoco acelera ni desacelera. No somos seres con un proceso orgánico manipulable, regulado por los «vaivenes» de los ciclos. Como hemos dicho hasta la saciedad: nuestro proceso biológico ya lo determinó el código genético a lo largo de una evolución natural o selección natural o evolución o como lo quieran llamar, en todo caso es un proceso de miles de años, y para cada cambio o mutación tendría que darse a lo largo de esa misma cantidad de años.

     Sin importar cualquier alteración de los movimientos terrestres, la Tierra seguirá abasteciendo la vida, sigue el ciclo de la lluvia, las plantas y animales siguen creciendo, nacen y mueren montañas, nace y muere una especie, nace y muere un continente, nace y muere una civilización, seguiremos yendo a la escuela, jugando futbol, etc. Al igual que nuestro planeta, el sistema solar y todos los cuerpos del universo seguirán su «ancianidad» sin ninguna alteración. 

 A continuación: La rotación terrestre desacelera mas no el tiempo. CLICK


teoría de la relatividad y ley de la gravedad

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